miércoles, 20 de febrero de 2013

Posibilidades

Viajar a Rusia en un viaje organizado no comporta ninguna dificultad, tampoco demasiados problemas si se trata de visitar Moscú o San Petersburgo, pero si la cosa es viajar por el país libremente y a tus anchas, ahí los trámites se hacen bastante complejos. Por aperturistas que parezcan los tiempos aun a las autoridades rusas no les gusta nada tener extranjeros merodeando y tomando fotos por sus ciudades. Algunas cosas o mejor dicho algunas desconfianzas y hermetismos perduraban pasaran los años. Así que yo no encontraba muchas facilidades para llegar hasta la ciudad de Surgut. No podía comprar un vuelo directo desde España, por descontado éste no existía, pero ni siquiera uno con escalas y si acaso quería adquirirlo una vez hubiera pisado suelo ruso no me lo venderían a menos que un funcionario me acompañara hasta el otro nuevo Aeropuerto y para los trámites que hubiera de formalizar, al menos así me lo planteaban desde aquí. El caso es que la cosa no pintaba nada bien, demasiadas contrariedades, tal vez todas se resolvieran con una sola cosa importante en Rusia: Paciencia. Pero no nos engañemos, en definitiva tal vez se tratase de otra distinta que sí lo arregla todo mejor y en cualquier parte: Dinero. Yo llamé a Vicky para contarle la situación. Y si ella no podía ir a Barcelona y yo lo tenía difícil o no podía hacerlo con toda probabilidad hasta Surgut miraríamos de encontrar otra posibilidad. Quizás la solución fuera encontrar un punto medio que nos evitase problemas a ambos y ese lugar no era otro que la extraordinaria ciudad de Moscú. El lugar donde se tomó la famosa foto donde todo comenzó y esta vez quizás podríamos repetir la instantánea los dos juntos con la Catedral de San Basilio de fondo, en un marco único e incomparable. Así acordamos que la esperada cita sería en la capital rusa. Moscú. Yo le pregunté si necesitaba que le enviase dinero para cubrir el desplazamiento y ella respondió que no, también le comenté que si quería traer a Nikita consigo por mi parte no había ningún problema, a lo que ella respondió que tener unas vacaciones sin Nikita le sentaría de maravilla, además sus padres estarían encantados de cuidar de él por unos días. De todos modos, aun ella lo desconociera yo tenía decidido que los gastos de ambos correrían a mi cargo. El plan en principio era pasar 15 días en la capital rusa y si Vicky podía facilitar mi traslado junto con ella a Surgut, yo la acompañaría hasta su casa y nos quedaríamos en Siberia hasta completar el mes.

Moscow 2006

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